Tres hechos de violencia urbana se produjeron en Mar del Plata con pocas horas de diferencia. Todos tiene una característica en común: las personas incriminadas enfurecieron por servicios que consideraron mal realizados.
Un hombre rompió el vidrio delantero de una clínica, otro atacó con un hacha un colectivo y un tercero agredió a una empleada del correo. Los tres hechos tiene un componente en común: ocurrieron en pocas horas de diferencia en Mar del Plata y son el signo de una violencia urbana que crece cotidianamente.
En todos los casos, las personas incriminadas enfurecieron por servicios que consideraron mal realizados. El primero sucedió cuando un paciente de 32 años de un establecimiento hospitalario ubicado en San Luis al 2500, disconforme con los tratos que recibía, comenzó a gritar y darle golpes de puño al vidrio frontal hasta que lo destrozó.
Empleados del lugar, al ver lo ocurrido, dieron aviso al personal de la comisaría segunda, que rápidamente se hizo presente y aprehendió al agresor, quien quedó a disposición del fiscal de Flagrancia, Eduardo Amavet. Poco después, recuperó la libertar pero quedó imputado por el delito de “daños”.
El segundo caso se registró en Goñi y Calabria, mientras un colectivo de la línea 525 perteneciente a la empresa 25 de Mayo hacía su recorrido habitual y al llegar al cruce de las calles el chofer, de 35 años), frenó la marcha del vehículo para que subieran pasajeros. En ese momento, una camioneta tipo Rastrojero, lo impactó en el sector trasero.
El conductor, ofuscado, realizó movimientos hasta quedar delante del transporte de pasajeros. Una vez allí, se detuvo, bajó y con un hacha (que llevaba en la caja de su rodado) rompió el parabrisas del ómnibus. Luego, se retiró.
Por su parte, la víctima se dirigió a la comisaría decimosexta, donde radicó la correspondiente denuncia. Tras ello se inició una causa penal cuya investigación está a cargo del fiscal Paulo Cubas, que deberá ordenar las medidas correspondientes para identificar al agresor.
Por último, también este miércoles por la tarde un hombre de 61 años que se encontraba en la sede del Correo Argentino, en Luro al 2400, tras recibir la noticia de que no había llegado su pedido comenzó a tomar los porta cinta de embalar (que se encontraban en el mostrador) y a arrojarlos contra la empleada del lugar. A pesar de la gravedad del hecho, no llegó a ocasionar lesiones ni daños.
Sin embargo, personal de la empresa dio aviso de lo ocurrido a los efectivos de la comisaría primera y el hombre fue identificado, por lo que se le iniciaron cargos en la Justicia Correccional.